CUARTA
TECNICA : CREAR EL PROBLEMA Y LUEGO OFRECER LA SOLUCION
Si
quieres que acepten un aumento en el precio del gas, crea una
situación de escasez y especulación.
Si
quieres que acepten la privatización del seguro social, crea un caos
en los hospitales públicos.
En
casos extremos, valen los autoatentados económicos, políticos y
hasta militares.
Una
vez creado el problema, sólo se necesitará la voz de un político
que declare a través de los medios de comunicación:
Es
una decisión dolorosa, pero necesaria.
Crear
problemas y después ofrecer soluciones. Este
método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se
crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta
reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las
medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se
desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar
atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de
leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O
también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal
necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento
de los servicios públicos.
Para
hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla
gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera
que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo)
fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo,
privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa,
salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que
hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una
sola vez.Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
Recuerda:
los medios de comunicación pueden convertirse en armas de
distracción masiva.
¡Cuídate
de éstos...
y
de su falsa libertad de expresión!
BIBLIOGRAFÍA
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