
Contó con dos mesas de trabajo, integradas por miembros de distintos movimientos que tienen en común la lucha en contra de proyectos extractivistas que dañan a su entorno inmediato y que constituyen una amenaza para los ecosistemas, afectando no solo su cosmovisión, sino fundamentalmente sus medios de subsistencia.
Abrió el foro Bertha Zuñiga Cáceres, hija de Berta Cáceres y representante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). Se escuchó de primera mano su testimonio y denuncia con respecto a la situación actual de Honduras, no solo vinculado al seguimiento judicial del crimen de su madre, sino también acerca del contexto de violencia que se está viviendo en torno a la construcción del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca. Para pensar la estrecha relación con el caso mexicano, participaron representantes de las luchas del Comite Ixtapecano, Unión Hidalgo, Xochicuautla, San Salvador Atenco, el Frente Mazahua, Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa la Parota y San Bartolo Ameyalco.
Además de lograr repensar las problemáticas locales como contextos regionales de explotación y despojo, se puso en el centro la demanda que está llevando adelante el COPINH, a través de la voz de Bertha Zuñiga Cáceres: exigirle pública e internacionalmente al gobierno de Honduras que acepte la participación de un grupo de expertos, apoyado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que realice una investigación seria, responsable e imparcial que llegue a encontrar, no solo a los autores materiales, sino fundamentalmente a los autores intelectuales del crimen de Bertha Cáceres -y de todos los activistas asesinados-.
A su vez, los movimientos hacen un llamado para detener el avance de la hidroeléctrica Agua Zarca en el territorio lenca, así como todos los megaproyectos que saquean el agua, la tierra y el aire.
PALABRAS DE BERTHA ZUÑIGA CÁCERES
Saludos fraternales...
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