La tradición del corrido suriano tiene códigos que lo hacen
particular. Se describe esa manera de sentir y hacer la patria chica para
compartirla siempre con respeto y humildad con otros, que seguramente, también
traen la propia para mostrarla y hacer del gusto un vínculo que teje y
fortalece.En la feria venían otros señores de Huitzililla, Morelos, de
Pitzotlán, Puebla, y en una ocasión vinieron unos siete cantadores de Olinalá,
Guerrero, que lidereaba un señor Modesto Coronel, y todos ellos tocaban el bajo
quinto muy bien... Se cantaba en la feria, donde se reunían en las cantinas y
los changarros y puestos de hojas de alcohol; ahí había siempre bajos quintos,
para que los pidiera el cantador que quisiera... A la llegada de los cantadores
me ponía en la puerta a oírlos y a estarme fijando; yo veía cómo lo manejaban.
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